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El gremio de los taxistas estaba en pie de guerra debido a las aplicaciones como Uber. Según los taxistas, estas aplicaciones representan una competencia desleal porque operan sin licencia. En cambio, para los consumidores se trata de abrir el mercado y romper un monopolio establecido. La polémica está servida.
Uber y otros servicios similares son aplicaciones que cualquiera puede descargar en su móvil, poniendo en contacto a pasajeros y conductores para realizar un trayecto determinado y de esta manera ahorrar costes.

Decimos estaba, porque los taxistas parecen haber ganado la primera batalla, ya que la aplicación Uber dejó de ofrecer sus servicios en España después de que un Juez de lo Mercantil ordenase el pasado 9 de diciembre el cese de actividades de dicha aplicación.

España no es el único país en el que Uber ha tenido problemas. En Francia también está prohibida desde el pasado 1 de enero, a pesar de un Recurso interpuesto por la empresa, con sede en EEUU, ante la Comisión Europea, que ha dejado la decisión final a cada Estado miembro. Cabe señalar que la Comisión Europea no ve con malos ojos este tipo de servicios.

La excesiva regulación en el sector del taxi.

El principal problema del sector del taxi es que tiene una excesiva regulación y está sometido a un gran control administrativo. No ha participado de una liberalización y desregularización como sí lo han hecho otros sectores bajo el amparo de la Unión Europea.

Los taxistas esgrimen precisamente ese férreo control administrativo de licencias y permisos para señalar a estas nuevas aplicaciones como competencia desleal, ya que estas operan sin tener esas licencias y permisos. Una licencia supone una gran inversión, que ronda los 150.000€. Si el mercado se liberaliza, obviamente esa licencia dejará de tener ese valor.

¿Qué dice la ley?
La ley de Ordenación del Transporte Terrestre establece que, para hacer un “uso privado” del coche, el transporte no ha de ser un servicio retribuido y debe transportar “allegados” del titular del vehículo.
En derecho todo está sujeto a la interpretación de la ley, así que la interpretación de términos como “sujeto allegado” o “retribución” será la clave para dilucidar si es legal o no. La cuestión no es sencilla.
Como tampoco es sencilla la tarea de las administraciones para controlar y sobre todo para sancionar a los infractores. Es muy complicado probar que un conductor está realizando esta actividad ilícita.

¿Qué dicen los expertos?
Julia Suderow, letrada y Coordinadora del Observatorio Antitrust en España, afirma que “quien amenaza la competencia es la regulación que afecta el taxi y no estas aplicaciones. Creo que estamos ante servicios distintos que pueden atender a un público distinto y mejorar el servicio al consumidor”, concluye.
Por parte del Gobierno, desde el Ministerio de Fomento, se ha señalado que se perseguirá y se sancionará a todo aquel que realice actividades ilícitas a la hora de transportar viajeros, pero tal y como hemos señalado, no es una cuestión nada sencilla.

¿Está bien sancionar este servicio por competencia desleal? O como afirman otros, es imposible poner cercas al mar. De buen seguro tendremos nuevas noticias muy pronto en referencia a estos servicios.

David Casado