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En esta última entrega, paso a profundizar en la cuestión de la causa última de las ÁREAS GRÁFICAS DE BAJA VARIABILIDAD (AGRABABAS), con respecto a las cuales, en nuestra primera exposición aproximativa a este importante fenómeno de la escritura manual, hicimos una referencia inicial, de carácter genérico, como causa del mismo, a las conexiones neuronales del cerebro humano.

Ahora acometo, en mi condición de Perito Calígrafo Científico, a dar una explicación más profunda al respecto, que se centra en el hecho de que, en las personas de escritura bastante heterogénea, no todos sus rasgos gráficos manuales se mueven en el mismo rango de automatismo.

Se tiende a exponer, por la doctrina grafoscópica tradicional, el carácter automático del movimiento escritural, que, conforme al mismo, resulta ser un traslado a nuestra escritura manual de las zonas más profundas de nuestro subconsciente.

Pues bien, aun cuando esta última afirmación no es ajena a la realidad, lo cierto y vedad es que, a estas alturas del siglo XXI, y auxiliándonos de los medios técnicos de naturaleza informática a que hemos hecho referencia en nuestra anterior entrega, debemos, necesariamente, complementarla en el sentido de que, cuando nos encontramos con una escritura de gran variabilidad, tal diversidad gráfica tiene su fundamento último en el hecho de que algunos de los segmentos estructurales merced a los cuales, al efectuar nuestros Informes, procedemos los Peritos Calígrafos Científicos al análisis y exacta medición de esa escritura manual se caracterizan por tener un mayor grado de automatismo que otros de dicha misma escritura.

Y son, precisamente, esas zonas de la escritura que se manifiestan como fruto de un mayor automatismo las que se constituyen en AGRABAVAS, es decir, en Áreas Gráficas de Baja Variabilidad.

No en vano, a mayor grado de automatismo en una zona escritural, menor variabilidad gráfica se manifestará en las sucesivas ejecuciones gráficas que, de la misma, implemente el escribiente, mientras que, por el contrario, resultará que, “contrario sensu”, cuanto menor sea el nivel de automatismo presente en una determinada área escritura, tanto mayor será la variabilidad gráfica que mostrará el escribiente en esa zona en su reiterado ejercicio escritural a lo largo del tiempo.

Por tanto, la correcta comprensión del concepto de AGRAVABA se presenta como fundamental para que el Perito Calígrafo no yerre en su labor a la hora de cometer la realización de la prueba cuya implementación le ha sido encomendada, haciendo un análisis correcto de los grafismos objeto de su labor de cotejo, exigiendo todo ello un estudio especialmente pormenorizado de los mismos con el imprescindible auxilio de una potente herramienta informática de garantías que haga posible la complejísima tarea de recopilar y sistematiza el elevadísimo número de datos resultante de aquél.

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Marcos Dubois-Perito Calígrafo Judicial-Documentólogo

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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