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Llevar a cabo un emprendimiento innovador y obtener ganancias significativas a través de un plan de negocio con enfoque sostenible (medioambiental y socialmente), parecía ser, hace unos años, una relación de conceptos antagónicos; un cúmulo de gastos y esfuerzos poco atractivos, disfrazados con lo que más de uno ha calificado como idea “utópica” de cuidar el medio ambiente.

Lo cierto es que emprender un negocio con atención al impacto ambiental generado por los procesos de producción o los mecanismos de servicios es ahora una tendencia mundial, tanto entre pequeñas y medianas empresas (Pymes), como en compañías de gran envergadura.

La economía social

Se habla de empresas sociales y de una economía social en distintas escalas, ya que con planificación, visión, investigación y desarrollo, se puede generar rentabilidad para las empresas sin menoscabo de la preservación de los recursos naturales, mediante la estimulación de la autogestión, reinversión de beneficios y la centralización local de las actividades, sin limitar el potencial de expansión, normalmente contrario al interés por el control de la emisión de contaminantes durante las actividades productivas.

De hecho, la práctica de emprendimientos sostenibles ha demostrado en empresas con políticas y programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que es posible minimizar costes y alcanzar una gran competitividad en el mercado apostando por el equilibrio entre el desarrollo económico, social y ambiental, lo cual trasciende el simple hecho de cumplir imperativos legales sobre el tema, pues se ha convertido en una filosofía de vida ante la cual se consigue obtener el mejor rendimiento de los recursos disponibles, sin atentar contra el derecho de las generaciones futuras. Por tal motivo, una iniciativa sostenible enfrenta múltiples oportunidades, supone la creación de novedosas soluciones a problemas ambientales, con las que se puede establecer un comercio justo, a menudo, partiendo de acciones sencillas que solo requieren (para empezar), valor y disposición.

Además, en vista de las numerosas leyes internacionales y normativas nacionales que regulan la materia, la protección del medio ambiente (que supone a la vez una protección social) ha pasado a formar parte de los principales asuntos en las agendas gubernamentales y empresariales; por lo que, un emprendimiento de esta naturaleza goza de buena receptividad, siendo solidariamente apoyado tanto por gobiernos como por empresas, con financiación, donaciones, equipos, espacios, servicios, según sea el caso.

ECOALF: un modelo cercano

A menudo, lo más difícil de iniciar una empresa, es lidiar con los temores y riesgos que suscitan los escenarios desconocidos. Una vez que el plan se pone en marcha, la planificación, los minuciosos cálculos de la relación entre gastos-ingresos-impacto y demás factores de gestión empresarial, van tomando su curso hasta convertirse en una inspiración para que potenciales emprendedores formen parte de la iniciativa, o mejor aún, desarrollen nuevos proyectos de economía social. En este sentido, Ecoalf es un ejemplo que inspira.

Ecoalf es una Pyme que surgió en España gracias a Javier Goyeneche, un profesional de la moda que decidió orientar su carrera a un modelo de negocio sostenible, creando esta marca de prendas de vestir y accesorios elaborados a base de productos que otros han desechado pero cuentan con cualidades para ser reciclados.

El valor agregado de esta empresa, es que Ecoalf ha invertido en instigación y desarrollo de procedimientos de reciclado con altos estándares de calidad, para dar lugar a nuevos productos de moda con excelente calidad, textura y acabado; inclusive, por su simple apariencia no se podría saber la materia prima que realmente le dio origen.

Es este un proyecto modelo para muchos visionarios de los negocios sostenibles y cuenta con una tienda física propia en Madrid de 17 empleados. Sus ventas se han expandido a 11 países donde los establecimientos dedicados a la venta de diferentes marcas le han dado gran acogida a las líneas de Ecoalf. Además, en un mundo interconectado, no podría pasar por alto la oportunidad de impulsar este comercio innovador por medio de una tienda virtual, a través de la cual, se registran la mayoría de sus ventas.

Las materias primas que utilizan van desde incontables redes de pesca desechadas en el mar, envases de café de la tienda 7-Eleven (en Taiwan), neumáticos y botellas de plástico, enumerando solo los principales recursos; pero ¿cómo una Pyme logra procesar todo eso hasta convertirlo en un suéter, en un par de calcetines o unos pantalones?

Como hemos dicho hasta ahora, con investigación, desarrollo e innovación, pero sobre todo, con el apoyo de aliados que se interesen por la misión, al fin y al cabo, el reemprendimiento es posible en cualquier estadio de desarrollo, de tal modo que se puede mejorar la relación con otros comercios y transmitirle nuevos valores.

Cómo puedo iniciar un emprendimiento sostenible

Piensa qué te gustaría hacer y evalúa cómo lograrlo equilibrando el impacto socio-ambiental con las ganancias económicas. Identifica los recursos que están a tu alcance; investiga de qué manera utilizarlos, cuáles son sus propiedades, qué procesos químicos requiere su transformación, cómo podrían ser útiles a tu comunidad; desarrolla las ideas y los procesos e innova. Estimula tu imaginación, no le temas a propuestas que en principio parecen descabelladas, arriésgate.

Estudia y planifica la viabilidad de tu iniciativa de negocio. Debes estructurar los pasos necesarios para alcanzar el producto o servicio final. Si la materia prima se encuentra gratuitamente desechada en el ambiente, (enfoque de economía circular) ¿en qué debes invertir? Pues en recolección, contención, transporte, tratamiento y mano de obra. Elige los métodos de financiación, evalúa si es factible una solicitud de crédito o participar en un concurso de subvención, asociarse con otra empresa o emprendedor, en fin, las opciones abundan.

También, debes idear un plan de producción, de venta y distribución. ¿Cuentas con una estructura física para instalarte? ¿Incursionarás únicamente en el e-commerce? ¿Te apoyarás en otras industrias para procesos que requieren maquinaria? ¿Cómo podrías obtener los equipos tecnológicos? (enfoques de economía colaborativa).

Por último, emprende tu negocio de forma sostenible recordando en cada etapa del proceso buscar asesoramiento, las experiencias de otros son semillas para tu éxito, y desde el comienzo, protege la legalidad de tu negocio para que nada te frene.

Jose María Dutilh