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Esta segunda entrega de mi artículo tiene, por objeto, poner todavía más de manifiesto el carácter acientífico de la grafología como método de selección de personal, insistiendo, así, en mi llamado a los Peritos Calígrafos Judiciales que, además, ejercen como Peritos Grafólogos de Selección de Personal a que sean conscientes de que su dedicación a esta última ocupación, se quiera o no, termina contaminando la imagen que la sociedad tiene de la Pericia Caligráfica.

No en vano, la Pericia Caligráfica, también llamada Grafología neutra, que tiene por objeto comprobar la identidad de la autoría de una firma o escritura, y que es una auténtica ciencia, se confunde, a menudo, en la opinión pública, con la Pericia Grafológica de evaluación de la personalidad, que, por el contrario, no lo es, y de la que forma parte la Grafológica de Selección de Personal, que, realmente, no pasa de ser una mera creencia cuyos postulados constituyen, por tanto, simples dogmas de fe carentes de una auténtica demostración.

Esto último lo dejan de manifiesto, de una manera clara y terminante, los profesores Roy N. King and Derek J. Koehler, en su condición de miembros del Departamento de Psicología de la Universidad de Waterloo, sita en la provincia canandiense de Ontario, en su trabajo científico titulado “Illusory Correlations in Graphological Inference” (“Correlaciones Ilusorias en la Inferencia Grafológica”, año 2.000, Vol. 6, nº 4, págs. 336-348):

“Así pues, la creencia en la validez de la grafología, tal y como se utiliza actualmente para predecir el rendimiento laboral, carece de apoyo empírico” – pág. 337 – (tanto este texto entrecomillado como los abajo reproducidos son traducción directa del inglés al castellano realizadas por la autora del presente artículo, a la que corresponden, también, el subrayado y destacado “en negrita” efectuados en aquél) .

Es por eso que, en ese mismo trabajo universitario de investigación, sus arriba mencionados autores afirman que, “en el caso de la grafología, esto equivale a no tener en cuenta hasta qué punto un perfil de personalidad derivado de la evaluación grafológica se ajusta a personas distintas del escritor” – pág. 347 -, pues, sigue diciendo dicho estudio, existen “conjuntos de verdades universales sobre la personalidad que, aunque a menudo describen a un individuo con bastante precisión, describen a todos los demás igualmente bien” – pág. 347 -.

Y, de esta manera, se continúa, por King y Koehler, este ultimo razonamiento afirmando que “por ejemplo, el diagnóstico de que «a veces eres extrovertido, afable, sociable, mientras que otras veces eres cauteloso y reservado» (Forer, 1949) puede ser bastante convincente para el evaluado, al menos hasta que considere hasta qué punto la afirmación se aplica a los demás. McKelvie (1990) dio a 108 estudiantes idénticos diagnósticos genéricos de personalidad, que creían que se habían determinado a partir de su escritura. Después de leer sus diagnósticos, la creencia de los estudiantes en la grafología se vio significativamente reforzada” – pág. 347 -.

No en vano, en la Grafología de Selección de Personal, al analizarse, por sus Peritos, los textos manuscritos objeto de su examen se llega, a conclusiones, en verdad, bastante simplistas a la que, de manera intuitiva, podría llegar, igualmente, cualquier persona medianamente observadora, sin necesidad conocimiento de los postulados de la evaluación grafológica de la personalidad. Verbigracia, cualquier persona que examine un escrito manuscrito lleno de tachones y falto de organización en su desarrollo gráfico llegará, normalmente, haciendo uso de la llamada “sabiduría popular·”, a la fácil conclusión intuitiva de que, con gran probabilidad, el mismo fue obra de una persona desordenada, descuidada y nerviosa. Pero, no nos engañemos esto no es fruto de un auténtico razonamiento científico, pues, tal y como, acertadamente, exponen King y Koehler en su arriba expresado trabajo:

“En muchos ejemplos como éste, las relaciones empíricas entre los rasgos de la escritura y los rasgos de la personalidad identificados por los grafólogos son estrechamente paralelas a las asociaciones semánticas entre las palabras utilizadas para describir los rasgos de la escritura (por ejemplo, ritmo regular) y los rasgos de la personalidad (por ejemplo, fiable)” – pág. 8 -.

“Las investigaciones de Chapman y Chapman (1967, 1971) sugieren que cuando existen relaciones semánticas como éstas, el estadístico intuitivo puede inferir correlaciones inexistentes o ilusorias en la dirección dictada por la asociación semántica. Chapman y Chapman (1967) creían que tal efecto podría explicar el uso persistente de una herramienta de diagnóstico popular pero inválida utilizada por los psicólogos clínicos, llamada Prueba de Dibujar una Persona (DAP, abreviatura del inglés “Draw A Person”) (Machover, 1949). El DAP es una prueba proyectiva en la que se pide a los pacientes que dibujen a una persona y, a partir de esos dibujos, los clínicos hacen inferencias sobre su psicopatología subyacente. En el momento en que Chapman y Chapman (1967) escribieron su artículo, había una amplia evidencia empírica que documentaba que el DAP no tenía validez predictiva con respecto al diagnóstico clínico” – págs. 8 – 9 -).

“Chapman y Chapman (1967) presentaron a jueces profanos en la materia (es decir, que no estaban familiarizados con la DAP como herramienta clínica) un conjunto de dibujos de la DAP, junto con afirmaciones sintomáticas artificiales que describían al paciente que proporcionaba el dibujo. Aunque los enunciados de los síntomas no estaban relacionados con las características del dibujo, los participantes profanos en la materia percibieron correlaciones ilusorias entre los mismos pares de características semánticamente relacionados y los síntomas clínicos que los clínicos creían que estaban relacionados. Por ejemplo, al igual que los clínicos, los participantes profanos en la materia percibieron que dibujar una cabeza grande estaba relacionado con la preocupación por la inteligencia y que la elaboración de los ojos estaba relacionada con la paranoia” – pág. 9 -.

www.peritoscaligrafosjudicial.es

Fdo. Delfina Antonella Gould.

Perito Calígrafa e Ingeniera electrónica.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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