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Tal y como se explicaba en nuestro post “Los Washington Redskins se enfrentan a la cancelación de sus marcas”, el pasado mes de agosto un juez federal de los EE.UU. ordenó la cancelación del registro de la seis marcas “Redskins” del equipo de fútbol americano de la National Football League (NFL) por tener una connotación racial y resultar ofensiva para los indígenas estadounidenses. Recientemente se ha producido un nuevo giro en esta larga batalla.

En efecto, la decisión ordenando la cancelación de las marcas de la franquicia fue objeto de apelación por el equipo, pudiendo la correspondiente decisión verse afectada por un caso similar pues, a pesar de que éste tiene lugar ante otra corte federal, la cuestión involucra los mismos conceptos y preceptos legales. Se trata del caso referido a la marca “The Slants”, una banda musical estadounidense compuesta por músicos asiáticos y americanos que en el año 2015 solicitó el registro del nombre de su banda de rock como marca.

En este caso, la oficina de marcas y patentes estadounidense (USPTO) denegó la inscripción alegando que el nombre “slant” era ofensivo para la comunidad asiática, con base en el artículo 2.a de la Ley de Marcas estadounidense (Ley Lanham). De conformidad con este artículo, no pueden ser objeto de registro marcario aquellos términos que "consistan o contengan un elemento inmoral, engañoso o escandaloso; aquellos términos que puedan sugerir de manera equívoca una conexión con personas, vivas o muertas, instituciones, creencias o símbolos nacionales, o supongan un menosprecio o descrédito de las mismas".

La banda apeló la decisión de la USPTO argumentando que la denegación del registro de su marca constituía una clara violación de su derecho a la libertad de expresión, de conformidad con la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos que, en esencia, promulga la libertad de expresión y de discurso. Este argumento fue  aceptado por la Corte de Apelaciones que finalmente falló a favor del grupo de rock, y puso así en cuestión la constitucionalidad de la Ley Lanham. Lo que, a su vez, podría también fortalecer la posición de los Redskins en su disputa legal respecto de las marcas que versan sobre el nombre del equipo.

Se trata de una cuestión de máxima importancia para los Washington Redskins, ya que en caso de que se confirmara la cancelación de sus marcas cualquier tercero podría utilizarlas para la comercialización de productos en el mercado (habiendo perdido la franquicia su principal instrumento de defensa ante tales actos).

Estaremos atentos al desenlace de ambos casos.

Clàudia Ros y Albert Agustinoy