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Dado que durante el verano hay un incremento en los accidentes de tráfico, suele haber también mayores controles policiales y una de las medidas que se aplican con mayor rigurosidad son los controles de alcoholemia.

Como usuarios de las vías de circulación tenemos el deber de conducir un vehículo sin influencia de bebidas alcohólicas, por tanto, es nuestra responsabilidad ser consciente de los límites y evitar conducir un vehículo tras haber bebido si ello puede afectar a nuestra conducción.

Hay casos en donde el mínimo consumo en cantidades responsables por debajo de los límites puede ser suficiente para producir un positivo en la prueba de alcoholemia, y es en estos casos en donde es importante que los ciudadanos conozcan sus derechos, obligaciones y cómo reaccionar ante esa situación.

No te niegues a la prueba de alcoholemia

Lo primero que debemos saber es que existe la obligación de someterse a las pruebas de alcoholemia en determinados supuestos: control preventivo de alcoholemia, accidente de tráfico, infracción de tráfico y síntomas de embriaguez. La negativa a someterse a la prueba de alcoholemia, en estos casos, puede acarrear una pena de entre seis meses y un año de prisión, así como, la retirada del carnet de entre uno y cinco años.

Ante este escenario, debemos ser contundentes: negarse a someterse a la prueba no representa ventaja para el conductor bajo ningún supuesto, ni tampoco le facilitará el ejercicio de sus derechos, por lo cual es una opción que no puede ser recomendada desde ningún punto de vista.

Además de los riesgos legales que implica la negativa, es muy posible que la situación genere una predisposición a los agentes que dejarán constancia, tanto de la negativa, como de cualquier indicio que, a su juicio, refuerce la presunción de que el conductor se encuentra bajo el efecto de sustancias alcohólicas en la acta de sintomatología.

Pese a que existen una serie de excepciones, como por ejemplo, un impedimento físico por enfermedad, o no encontrarse en alguna de las situaciones anteriores, la recomendación es no negarse a realizar las pruebas de alcoholemia. Tengamos siempre presente que su validez se podrá discutir en el procedimiento judicial.

Respeta a los agentes de policía para no agravar la situación

Los agentes de policía nacional, autonómica o local con competencia en materia de tráfico, son los responsables de dejar constancia de la incidencia y redactar un atestado policial que será la principal evidencia en juicio, si la situación llegase a ese punto.

Por tal motivo, conviene actuar con serenidad y respeto ante los agentes, pues cualquier actitud agresiva, ofensiva, o irrespetuosa puede ser interpretada como un indicio de que la persona está bajo la influencia de sustancias alcohólicas. Si esto se combina con una negativa a realizar las pruebas de alcoholemia, nos estaremos colocando en una situación idónea para ser denunciado y dificultando nuestra defensa posterior.

Exige tus derechos en un control de alcoholemia

El buen trato a los agentes no implica renunciar a la defensa de nuestros derechos. Como ciudadanos, aún cuando la prueba de alcoholemia supere los límites permitidos, podemos exigir que se haga constar las alegaciones que consideremos oportunas y, de todo ello, debería quedar constancia en el atestado.

Es importante que en el atestado figuren los datos de los testigos que hayan presenciado los hechos. Aunque siempre podremos aportarlos con posterioridad es aconsejable dejar constancia desde un primer momento.

Además, tenemos derecho a que transcurran al menos 10 minutos entre la primera y la segunda prueba. Por supuesto, el etilómetro evidencial debe estar homologado y haber superado las revisiones periódicas. Podemos pedir al agente que nos confirme esta información.

Si no estás de acuerdo con el resultado, tenemos derecho a una prueba de contraste, pudiendo solicitar a los agentes el traslado a un centro sanitario para que se lleve a cabo la extracción de sangre y se realice informe con el resultado.

Busca a alguien para que no inmovilicen tu vehículo

Si el resultado de ambas pruebas es positivo, las autoridades de tráfico deben inmovilizar el vehículo, ya que al superar el límite de alcohol en la sangre no estarás habilitado para conducir en ese momento. Esto implica que el coche será trasladado a un depósito y además de la sanción propuesta, deberás pagar los gastos cuando lo retires. Además deberás buscar un medio de transporte para llegar a tu destino.

Puedes evitar la inmovilización del vehículo si en el momento de los hechos estás acompañado por otra persona, que tuviese carnet y, por supuesto, que dé negativo en la prueba.

Contacta con un abogado

En los delitos de alcoholemia no hay detención si no hay otros delitos. En ese momento, aunque no haya detención, puedes designar al abogado particular que quieres que te defienda indicando su nombre y lo agentes deben dejar constancia en el atestado. En caso contrario, se designará un abogado de oficio. En cualquier caso, antes de comparecer en el Juzgado es posible asistir con un abogado particular.

En esta primera citación judicial se lleva a cabo la primera declaración como investigado y, por tanto, resulta crucial disponer de este momento de asesoramiento jurídico especializado.

Además, tendremos la oportunidad de alcanzar un acuerdo con el Ministerio Fiscal y/o Acusación Particular, si la hubiere, pudiendo optar a una rebaja en la pena según las circunstancias del caso. Si nos conformamos con la autoría del delito y con la pena que nuestro abogado haya acordado, previa negociación, y con ⅓ de rebaja en la pena garantizada según lo dispuesto en la normativa. Si no hay posibilidad de acuerdo, se preparará la declaración con el abogado defensor y, tras llevarla a cabo, nos citarán para el día del juicio. Y aunque, hasta ese día es posible la designa de abogado particular, recomendamos no dejarlo para el último momento y contactar con un abogado especializado desde el primer momento.