Togas.biz

Bajada en los billetes de avión… ¡a volar!

El otro día leíamos en la Web de Expansión, que los billetes de avión en 2016 bajaban de precio, la bajada de precios es una consecuencia directa de las bajadas en el precio del crudo de los últimos tiempos, se reflejan las bajadas de hace ya tiempo claro, las compañías aéreas suelen aprovisionarse de combustible con bastante antelación, por eso aunque cuando acudimos a la compra de billetes estemos en un periodo de bajadas en el precio del crudo, los precios no lo asimilan en ese momento, suelen verse reflejados esos movimientos en las tarifas de los siguientes ejercicios. Parece que esta temporada de verano vamos a disfrutar de billetes más asequibles, eso es una llamada a que la gente coja el avión, el precio suele ser el primer escollo, así que entendemos que para estas vacaciones tendremos más españoles surcando los aires, para todos ellos aquí va todo eso qué no se puede reclamar en un vuelo.

¿No se puede reclamar en un vuelo todo?…

En el caso de los vuelos y sus billetes, existen muchas zonas grises en las que no está todo lo claro que sería necesario lo qué se puede o lo qué no se puede reclamar, una serie de casos en los que la transparencia brilla por su ausencia en la contratación de vuelos, pero lo que sí debemos tener claro es que ante las incidencias que puedan ocurrir en nuestros vuelos siempre tenemos derecho a la información sobre el asunto, derecho a ser asistidos y a la manutención, como en determinadas circunstancias tendremos derecho a compensaciones económicas, pero al tiempo debemos tener claro qué cosas no se pueden de ninguna forma reclamar y esas son las que os contamos aquí…

Retrasos, a partir de…

A partir de tres horas, ese es el retraso a partir del que tenemos derecho recibir indemnizaciones por retraso en el vuelo, por menos tiempo no lo tenemos, eso es lo que viene recogido en el Reglamento (CE) nº 261/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de febrero de 2004, de las normas comunes sobre compensación y asistencia a los pasajeros aéreos en caso de denegación de embarque y de cancelación o gran retraso de los vuelos, con el que se derogaba el anterior Reglamento (CEE) nº 295/91.

Pero… cómo se determina el horario de llegada…

Para reclamar en un vuelo por un retraso es muy importante dilucidar la hora de llegada, es este un tema de vital importancia, cuando el retraso se mueve cercano a esas tres horas pero por poco tiempo no llega a cumplirse ese plazo, existe un criterio para dilucidar el horario de llegada exacto, para AENA, esa hora exacta corresponde con la detección de los aviones por las guías de atraque de las pasarelas de viajeros, y el momento de calzar el avión, es bastante posible que la aerolínea que opera nuestro vuelo intente decir que la hora a la que tomo tierra el avión es el punto hasta donde se mide el retraso y hay que tener en cuenta que entre la toma de tierra hasta que se llega al atraque pueden discurrir aún algunos minutos, que quizás sean los necesarios para ese retraso de tres horas que nos permite tener derecho a compensación.

Gastos por servicios no disfrutados en caso de retrasos o cancelaciones…

Si sufrimos retrasos en los vuelos o cancelaciones por fuerza mayor, como las consabidas huelgas de controladores que aparecen siempre en periodos vacacionales, no podremos reclamar las noches de hotel que hayamos reservado en destino o si el viaje era para asistir a un concierto, tampoco la devolución del precio de las entradas.

No me dejan pasar al país de destino…

Si no nos dejan pasar al país de destino porque no llevamos toda la documentación o porque no cumplimos los requisitos de entrada al país de destino, no podremos reclamar a la compañía, esto es así porque es nuestra obligación tanto conocer qué documentos como las condiciones o requisitos de entrada al país de destino, y por supuesto llevar la documentación correspondiente en regla. Hay que tener en cuenta que para vuelos nacionales se acepta el DNI o pasaporte incluso caducado, y si los extraviamos podríamos presentar por ejemplo el carnet de conducir si su emisión corresponde a nuestro país. Pero estas reglas solo sirven para vuelos nacionales, en ningún caso para vuelos internacionales.

No han aceptado mi equipaje de mano…

Si nos negamos a volar porque nuestra maleta no ha sido admitida como equipaje de mano, no podemos reclamar indemnización con arreglo al Reglamento 261, esto no quita para dirimir posteriormente las posibles responsabilidades de la aerolínea por incumplimiento de contrato.

Otros gastos…

En casos de cancelación y/o retraso hay gastos que no se pueden reclamar en un vuelo, no se pueden reclamar gastos concernientes a los medios de transporte que se hayan usado para llegar al aeropuerto o para la vuelta al domicilio desde el mismo, como taxis, autobuses, etc. Se pueden reclamar gastos de transporte desembolsados previamente y que no se hayan podido disfrutar por la causa del retraso o cancelación.

Hay otros cargos relacionados con los billetes que no son reclamables, al haber sido informados los viajeros en las condiciones generales al ir a realizar la compra de los mismos, los cargos por la facturación del equipaje, la posibilidad de elegir el asiento en el que se vuela, etc. Ojo hay recargos que en su momento ya fueron declarados desproporcionados como el pago con tarjeta, pues no constituyen un servicio real al viajero.

La atención durante el vuelo…

La manutención en los vuelos no es una obligación de las compañías, así que no es algo que en principio se pueda reclamar al no recibirla durante el vuelo, al no ser que se especifique su existencia en las condiciones generales a la compra de los billetes.

La falta de personal de cabina tampoco es un motivo para extender reclamaciones, es cierto que la ley impone un número de tripulantes mínimo que tiene que ver con el número de pasajeros, así hasta cien pasajeros se obliga a disponer de dos tripulantes, sumando un más por fracción superior de cincuenta pasajeros. Finalmente es una decisión de cada compañía asignar un número mayor o no de tripulantes en cabina durante el vuelo.

Manuel Hernández