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Numerosos conflictos se desencadenan a raíz de la publicación de imágenes de menores en las redes sociales. El caso es especialmente delicado si hay un proceso contencioso por divorcio y es alguno de los progenitores quien pone en tela de juicio dicha exposición pública. Obviamente se trata de un asunto de Patria Potestad, no de Custodia.

No debemos olvidar que a pesar de los requerimientos legales que especifica cada red social (Facebook, Instagram, Twitter etc.) la realidad es que cada vez más se han convertido en el escaparate de la vida cotidiana familiar y personal.

Si llegados a este punto igualmente vamos a publicar, ya sea por moda o por lo que creamos justificado, debemos prestar especial atención a ciertos detalles cuando subamos imágenes de nuestros hijos o de menores que circunstancialmente forman parte de la misma composición.

Partimos de la base que toda foto publicada pasa a ser pública, a pesar de los diferentes filtros de visualización y difusión que activemos.

Como medida principal jamás debemos publicar imágenes de criaturas desnudas o en posiciones que puedan llevar al equívoco. Otras recomendaciones además de proteger la intimidad del menor y su integridad deben ser tenidas en cuenta para no dar detalles, que aunque puedan parecer superfluos, nunca sabemos de qué manera puede ser utilizada dicha información.

Por ejemplo, no utilizar el nombre completo para nombrar los archivos que subimos, trate de no enfocar o borrar las matriculas de vehículos, no publique nombres específicos de colegios, academias, centros de estudio o centros de actividades extraescolares. No detallar horarios o itinerarios.

Si su smartphone tiene activado el localizador GPS, desactívelo en el momento de hacer las fotos si directamente las subirá a las redes.

Evite etiquetar a otros menores si aparecen en las fotos, o por lo menos solicite su consentimiento a los padres.

En general son detalles de puro sentido común que nos hacen reflexionar sobre si es necesaria tanta sobreexposición de los niños, si realmente fuera algo importante o interesante quizás sea conveniente enviar un archivo por mail directamente a la persona interesada y no brindarlo públicamente, aunque pongamos los filtros oportunos muchas veces no somos lo suficientemente hábiles en el uso de los mismos y acaban convirtiéndose en imágenes totalmente abiertas al público exponencial.

Y por último recuerde que imágenes que hoy pueden resultar graciosas o curiosas el día de mañana pueden traer consecuencias psicológicas al menor que se avergüence de ese momento específico.