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Estamos llegando a unas fechas complicadas, vacaciones y padres separados pueden ser todo un conflicto. Lo cierto es que la mayoría de los problemas se solventa con un adecuado convenio regulador y con el sentido común. En todos los periodos vacacionales nos acordamos de los abuelos y su régimen de visitas, pero quizás sea ahora en Navidad cuando más presentes los tenemos. Las peculiaridades de las vacaciones de verano se confrontan con las de Navidad. Éstas son en principio más cortas, y al tiempo hay más días con una carga emocional mayor. No en vano en nuestro país la Navidad es uno de los periodos del año con más tradiciones familiares.

Vacaciones y padres separados

Sin duda todos los niños desean que lleguen las vacaciones. Ya sean las de verano o las de Navidad. Las vacaciones son sinónimo de tiempo libre y diversión. En Navidades dulces y regalos, en verano helados y playa. Lo cierto es que vacaciones y padres separados para éstos puede ser un quebradero de cabeza. Son una fuente de posibles desencuentros con el otro progenitor. ¿Se pueden evitar todos esos conflictos? Pues lo cierto es que no, por muy bien redactado que esté nuestro convenio regulador no podemos asegurar que se eviten los conflictos. Es algo intrínseco al ser humano. Pero podemos asegurar que muchos de ellos no tendrán en ningún caso sentido.

El reparto de las vacaciones

Hoy por hoy es casi imposible que un convenio regulador pactado o una sentencia de medidas no contemple un reparto de estancias equitativo. Pues es sin duda la mejor herramienta para evitar discusiones posteriores. Las cosas están tan claras en el mismo que no ha lugar a discusión. Pero no siempre es así. Puede que tengamos la mala suerte de tener un convenio regulador ambiguo con el reparto de las vacaciones. Con lo que en cada proceso vacacional se augura una lucha sin cuartel.

Para estas y casi todas las situaciones de la vida hay solución. Debemos acudir a la modificación de medidas. Habrá que instar al Juzgado para establecer un reparto de tiempos sin ambigüedad. Cuando la otra parte no pone nada de voluntad en la resolución del conflicto lo mejor es poder documentar todas esas ocasiones y tener constancia de los quebraderos de cabeza ocasionados.

En ocasiones a pesar de un convenio regulador claro hay conflictos con algunos días determinados. Por ejemplo en las vacaciones de verano con aquellos días de Junio y Septiembre que están como en el limbo. Son los días antesala de las vacaciones de verano y del inicio del curso. Nuestro consejo es dejarlo por escrito en el convenio regulador, pero si no intentar pactar turnicidad en esos días.

La comunicación con los hijos en las vacaciones

Sin duda uno de los problemas en los periodos vacacionales es seguir manteniendo la comunicación con los hijos. Con la excusa de un desplazamiento fuera del lugar de residencia o una carga extra de actividades, la comunicación puede ser harto imposible. Lo cierto es que en estas ocasiones lo mejor sería llegar a acuerdos y usar el sentido común. Ningún progenitor debería usar a los hijos como arma arrojadiza contra el otro. Entender que la comunicación entre hijos y padres es necesaria y beneficiosa para el desarrollo emocional de los menores. Así pues debemos intentar arreglar este asunto por la vía del acuerdo. Y si no hay mas remedio habrá que optar por la vía legal para solucionar esta situación. Las vacaciones no deben interrumpir la comunicación con tus hijos.

Vacaciones y padres separados, viajes al extranjero

Las vacaciones son el momento ideal para viajar al extranjero. Para los niños conocer otras realidades culturales es toda una oportunidad. Disfrutar de un viaje al extranjero y de nuestros hijos al tiempo es una aventura maravillosa. Pero en el caso de padres separados debemos recordar que para ello necesitamos tanto el consentimiento como la autorización del otro progenitor para salir del país. Puede ocurrir que en las aduanas se nos requieran los documentos que demuestren ese consentimiento. Desde la sede electrónica de la policía podemos descargar el documento de permiso para viajar con menores.

Imaginemos que el otro progenitor se niega a firmar la autorización. ¿Se acabaría el viaje antes siquiera de iniciarlo? Pues como siempre a falta de acuerdo entre los progenitores podremos acudir a la vía legal. Se puede iniciar un expediente de jurisdicción voluntaria ante un desacuerdo en el ejercicio de la patria potestad. En ese caso la decisión de aprobar y autorizar la salida de los menores al extranjero estará en manos de un Juez.

Fuente: Vilches Abogados

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