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Cuando en un accidente confluyen un vehículo de cuatro ruedas y una motocicleta, que cae sin que haya ningún otro factor desencadenante conocido, hay que entender que existe relación de causalidad y, aunque no haya habido contacto entre los vehículos, la caída se ha producido a causa de la actuación del vehículo de cuatro ruedas.

En este sentido se ha pronunciado la Audiencia Provincial de Tarragona (AP) resolviendo un litigio para determinar la responsabilidad civil en la caída del paquete (acompañante del motorista) de una motocicleta ante la presencia de una furgoneta que salía de un garaje marcha atrás.

Aunque el atestado policial valoró que la culpa era sólo del motorista por no mantener la atención permanente en la conducción, las declaraciones de los testigos y otras pruebas llevan a la AP a concluir que la caída no se produjo de manera espontánea o sin motivo aparente alguno, sino por la intervención de esta furgoneta.

Son frecuentes los accidentes en lo que un vehículo de dos ruedas cae ante un coche sin que exista contacto entre los dos vehículos. Se ocasionan cuando el de cuatro ruedas produce una interferencia en la circulación del vehículo más frágil que determina una relación de causalidad entre dicha caída y la conducción (antirreglamentaria) del conductor del turismo, sin apreciarse ningún otro factor que haya podido ser el desencadenante.

Aquí no hay prueba alguna de falta de pericia del conductor de la motocicleta y, en todo caso, la falta de habilidad o pericia, en ningún caso puede presumirse en su contra.