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Estamos finalizando ya el año 2021. Ha sido, sin duda un año de lo más cambiante. Aquellas compañías que sufrieron un parón por la pandemia han recuperado progresivamente parte de la actividad, y aquellas que no experimentaron el frenazo, han seguido manteniendo niveles de actividad muy elevados. El empleo progresivamente se ha ido recuperando.

En este contexto de incertidumbre que se sigue manteniendo, en la etapa final del año han aparecido nuevas perturbaciones económicas. Los precios se han disparado elevándose en alimentos y energía y, además, ha producido una escasez de componentes en la cadena de suministros debido al aumento de la demanda de productos generada como consecuencia del crecimiento del empleo y la utilización del ahorro forjado durante la pandemia, que está dando lugar a nuevas vetas de consumo y creando problemas en dichas cadenas y la oferta de determinados productos.

Los precios se han disparado elevándose en alimentos y energía y, además, ha producido una escasez de componentes en la cadena de suministros debido al aumento de la demanda de productos

Por ello, la inflación ha experimentado crecimientos sostenidos en la segunda mitad del año hasta llegar a situarse en un 5,5% acumulado desde enero, según los últimos datos publicados (si bien la inflación subyacente, es decir, aquella que no tiene en cuenta los productos volátiles como la energía y los alimentos, se mantiene más controlada).

A todo lo anterior, hemos de añadir, la sexta ola, la variante ómicron.

El equipo de Compensación de KPMG Abogados muy al final del año, antes del cierre del ejercicio, ha preguntado a las empresas cómo ven la situación y qué parte de esta realidad van a trasladar a los salarios. Estos datos se pueden considerar muy aproximados a lo que luego será la realidad, y un indicador de tendencia porque ya son datos incorporados al presupuesto de 2022 de las compañías.

Hemos de decir que las empresas mantienen el optimismo pues la inmensa mayoría (93,2%) creen que 2022 será igual o mejor al año anterior prácticamente por igual. Solo un 6,8% de los encuestados piensan que el año será peor que 2021.

La inflación ha experimentado crecimientos sostenidos en la segunda mitad del año hasta llegar a situarse en un 5,3% acumulado desde enero, según los últimos datos publicados

También, como sería de esperar en el contexto actual, prácticamente todas las compañías (un 88,37%) prevé realizar incrementos salariales, siendo esta cifra sensiblemente superior al 70,45% de 2021.

Estos incrementos se situarán en media y mediana entre el 2,3% y el 2,0% respectivamente. Esto supone en relación con 2021, una diferencia muy significativa ya que representa entre un 60 y un 66% de diferencia porcentual sobre el dato del año anterior.

Este crecimiento salarial, no se da por igual en todos los sectores. El sector energía viene experimentando un importante aumento de la actividad y de lucha por el talento. En este caso, para los perfiles más críticos los incrementos se situarían en torno a un 4%, mientras que en el resto de las organizaciones, para estos mismos perfiles se espera aumentar sus salarios entre un 2,3 y un 2,6%.

Estos aumentos pueden ser incluso significativamente superiores en determinados ámbitos como son el sanitario y el relativo a todo lo digital. También llama la atención la demanda de recién titulados que está afectando claramente a sus salarios.

En este sentido, llegan a cifras entre el 10 y 20% los puestos de técnico de laboratorio y clinical research. Otros perfiles con aumentos en torno al 10% son los Medical Advisors, recién titulados, perfiles de IT /Data/Automatización, digitalización y ciberseguridad.

El sector energía viene experimentando un importante aumento de la actividad y de lucha por el talento

Para la inmensa mayoría de las compañías encuestadas las causas relacionadas con estas decisiones salariales son principalmente la inflación (71,05%) seguida de la escasez de determinados perfiles (21,5%). No han tenido impacto en estas decisiones ni el crecimiento del SMI, ni los precios de la electricidad, ni la compensación de gastos del teletrabajo.

Finalmente, en conjunto, de acuerdo con el resultado de la encuesta, la tendencia de incrementos en media y mediana es aproximadamente algo inferior a la mitad del crecimiento de la inflación acumulada hasta el momento.

Como conclusión, las compañías están siendo prudentes a la hora de trasladar los efectos inflacionistas a los salarios, si bien en ocasiones y en determinados perfiles, resulta inevitable hacerlo.

Esperamos, como dicen los últimos estudios publicados por entidades de prestigio, que esta situación inflacionaria sea un tema puntual y que a finales de 2022 volvamos a la estabilidad que teníamos y que es deseable.

El año que viene volveremos a lanzar nuestra encuesta y podremos comparar qué ha pasado finalmente. Esperamos que las noticias sean positivas y todas estas tensiones hayan desaparecido.

¿Quieres acceder a la encuesta 'Revisiones salariales para 2022' y conocer el resto de conclusiones?