El diagnóstico de las fracturas de los cuerpos vertebrales lumbares de personas, en general mujeres, de más de 55 años es un problema complejo.
Las radiografías realizadas en condiciones de urgencias con frecuencia únicamente diagnostican “en positivo”, es decir, si hay una fractura de cierta importancia. Lesiones menores o intermedias pasan desapercibidas. Son los “falsos negativos” que, según algunos estudios, podrían llegar a una 40% de los finalmente diagnosticados.
Por todo ello, el clínico no debe conformarse con una simple exploración de imagen y deberá indicar nuevas y más precisas pruebas (TC, RM,…).
A nivel pericial es un problema recurrente la ausencia de diagnóstico inicial y la aparición “posterior” de la fractura. Por ello cabe insistir en la idea de que la falta de precisión de informe de urgencias no descarta en modo alguno la existencia de una fractura que, de forma evidente, ha sido causada por el accidente o traumatismo inicial.
