Es habitual que las personas no familiarizadas con el Derecho penal, se confundan pensando que cualquier escrito que presenta el abogado defensor, es un escrito de defensa. Sin embargo, este término hace referencia a un escrito concreto, que solo se presenta una vez a lo largo de todo el procedimiento penal, en un momento y con una estructura determinados por la ley.
Para entender lo que es un escrito de defensa, primero debemos conocer cuándo se tiene que presentar. A grandes rasgos, el proceso penal suele dividirse en tres fases: instrucción, intermedia y juicio. El escrito de acusación y el escrito de defensa se encuadran en la fase intermedia.
Cuando ya se ha terminado la investigación del caso (la fase de instrucción), las partes tienen que exponer qué conclusiones sacan sobre el resultado de esa investigación; por eso, el escrito de defensa también se llama escrito de conclusiones provisionales. Son provisionales, porque es posible que, a raíz de lo que pase más adelante en el juicio, esas conclusiones tengan que ser modificadas.
Primero, la acusación realizará su escrito de conclusiones (escrito de acusación), y después, la defensa le contestará con el suyo (escrito de defensa).
El artículo 650 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal enumera qué datos deben contener estos escritos de calificación provisional y en qué orden:
Así terminaría la primera parte del escrito de defensa, que es la exposición de esas conclusiones provisionales sobre el caso.
Sin embargo, el escrito de defensa debe incluir una segunda parte, habitualmente aún más importante que la anterior: la solicitud de prueba para el juicio.
Al final del escrito, se debe añadir un listado de las pruebas que el acusado quiere utilizar en su defensa en el acto del juicio; por ejemplo, qué testigos quiere que declaren, o qué documentos va a utilizar. Es importante que el abogado tenga la suficiente experiencia para anticiparse al juicio y tomar decisiones previsoras, que sin duda pueden determinar el resultado del mismo. Llamar al testigo equivocado puede suponer la diferencia entre una condena y una absolución. Por eso, el escrito de defensa es uno de los más importantes de todo proceso penal, y siempre debe hacerlo un profesional experto, para garantizar el mejor resultado para su cliente.