Cuando afrontamos la ruptura de una relación matrimonial hay muchas cuestiones que influyen en el desarrollo de la misma. Hijos menores y divorcio, es una de esas cuestiones que influyen y mucho en estos procesos. Otra cuestión importante en los divorcios es la casa familiar y su uso. Una vez conseguido el divorcio otra cuestión muy demandada es la modificación de medidas. El régimen de visitas para con los hijos menores suele ser otro caballo de batalla.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística del año 2016 en España hubo más de cien mil casos de nulidad, separación y divorcio. Una tasa del 2,2 por cada mil habitantes. Un cincuenta y siete por ciento del total de las parejas tenían hijos. Hijos menores de edad tenían el cuarenta y siete por ciento de las parejas. Mayores de edad dependientes económicamente significaban el cuatro y medio por ciento. Un cinco por ciento tenía menores de edad y mayores de edad dependientes. Como podemos observar una mayoría de separaciones y divorcios lo son con hijos a su cargo.
A las dificultades añadidas de una separación o ruptura, la conjunción de hijos menores y divorcio puede ser fatal. Teniendo en cuenta lo complicado de las distintas situaciones, todos los sentimientos y emociones que lo rodean, debemos actuar con la cordura suficiente. Debemos intentar conseguir que las cosas se hagan de la mejor manera posible y pensando siempre en el interés de los menores. Por eso es preferible que el proceso sea de mutuo acuerdo. Acordando las medidas relevantes para el cuidado de los menores, como la custodia o la vivienda familiar. En 2016 casi ocho de cada diez divorcios fueron de mutuo acuerdo.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones el divorcio de mutuo acuerdo es más económico que el contencioso. Y esto es así porque podemos ahorrarnos el concurso de un abogado y un procurador. Con un equipo de ellos será más que suficiente. Iremos con la propuesta de Convenio Regulador consensuada por las dos partes. Con los acuerdos relativos a custodia, régimen de visitas, cuidado de los menores, el uso de la vivienda familiar, etc. El Juez por lo general revisará el contenido del Convenio Regulador y lo más normal es que lo apruebe.
En cambio por la vía contenciosa se duplica el gasto del divorcio. Además tendremos que aceptar lo que plantee el Juez como medidas del mismo. Claro está a la vista de cada caso y valorando las circunstancias. Indudablemente mantener el control del proceso es lo mejor para todas las partes.
La custodia compartida es la opción por la que mayoritariamente se están decantando los Tribunales. Y cada vez es más común que los padres la quieran también. Hay algo que sí debemos tener en cuenta y eso es la opinión de los hijos menores. Hay que preguntar a nuestros hijos en común qué prefieren. De hecho a partir de los doce años la opinión del menor pesa y mucho en la decisión de los Jueces. A esa edad se les acepta la madurez suficiente como para elegir con quien quieren pasar el mayor tiempo posible. Cerca de un treinta por ciento de los casos de 2016 acabo con una custodia compartida.
Es obvio que cada caso es un mundo y que la resolución de ellos depende de muchas cuestiones. Pero en principio debemos ser cautelosos con decisiones como el abandono del domicilio familiar. Cuando la motivación de hacerlo no está bien sustentada puede influir negativamente en la decisión de la custodia de los hijos. Imaginemos que abandonamos la vivienda familiar y hasta un años después no llevamos a cabo el proceso de divorcio. El Juez puede entender que el tiempo que se ha pasado con los hijos en ese periodo es una buena medida de lo que se precisa como custodia.
