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LA MICROGRAFÍA GRAFOSCÓPICA:

UNA TÉCNICA IMPRESCINDIBLE PARA EL PERITO CALÍGRAFO

DE LA ERA DIGITAL (SEGUNDA PARTE).

En esta segunda parte del artículo, se procede a indicar ejemplos de los principales tipos de huellas, ya referidas en la primera parte del mismo, que suelen dejar las imitaciones de auténticos gestos-tipo idiosincráticos, y a las que, en consecuencia, el/la Perito Calígrafo debe prestar especial atención para su detección, auxiliándose, para ello, de la micrografía.

Así, verbigracia, cuando, mediante un trazo suplementario de añadido, se intenta simular una carga de tinta en una localización del trazado de una firma falsa homóloga a aquélla en que se encuentra una auténtica carga de tinta en las firmas indubitadas, se podrán observar, con frecuencia, merced a avanzadas técnicas micrográficas, situaciones como las siguientes, a las que necesariamente deberá atender el/la Perito Calígrafo en su quehacer profesional y que son susceptibles de acumularse unas con otras:

a.-) Dicho añadido de ejecución de falsa carga de tinta no encaja, al divergir de la misma, con la dirección del trazo preexistente sobre el que se superpone.

b.-) La falsa carga de tinta con que se intenta imitar a la verdadera alcanza, también, en numerosas ocasiones, una dimensión bastante mayor que la que caracteriza a ésta última en las indubitadas.

c.-) También puede darse el caso de que el trazado correspondiente al añadido producido a imitación de la auténtica carga de tinta espontánea propia de las grafías indubitadas muestren mayor presión y, en consecuencia, menor velocidad que el trazo sobre el que se sobrepone.

d.-) La sofisticación en la imitación de una auténtica carga de tinta espontánea puede llegar hasta el caso de que, en el trazo sobreañadido practicado a tal fin, se aprecie una rebaba resultado de una habilísima acción del falsificador consistente en inclinar mucho el bolígrafo empleado como útil escritural para que éste deje las marcas de restos de rebabas de tintas que obren en torno a la bola de su punta. Pues bien, en casos como éste, será muy común que tal rebaba practicada mediante un añadido presente un aspecto bastante más denso que el propio de una carga de tinta genuinamente producida mediante un gesto gráfico espontáneo.

e.-) A veces, sobre todo cuando el grosor y la calidad del papel sean bajas, se podrán advertir, en la zona del reverso correspondiente a la grafía dubitada en que se produce el expresado añadido, una huella de trazado caracterizada por un mayor hundimiento del papel provocado por la antedicha mayor presión del trazado suplementario emulador de una carga de tinta genuina.

f.-) La imitación de carga de tinta, habida cuenta su naturaleza de acción de falsificación de grafismos, mostrará, habitualmente, un aspecto huérfano de la vivacidad y espontaneidad propias de una carga de tinta genuina.

Evidentemente, para poder advertir las antedichas circunstancias indicativas de trazos de acción imitativa de carga de tinta, y que, con la excepción de la “supra” descrita en la letra “e”, se deben entender, también, aplicables, en general, a otras acciones falsificatorias de emulación de auténticos gesto gráficos idiosincráticos identificativos de la autoría del escribiente, el/la Perito Calígrafo debe, inexcusablemente, contar con todo lo siguiente:

a.-) Una formación adecuada y específica en materia de micrografía. A este respecto, me produce vergüenza ajena la, por desgracia, generalizada ignorancia, impropia de auténticos profesionales, que, de la micrografía, he podido advertir en el colectivo de Peritos Calígrafos Judiciales, muchos de los cuales no conocen siquiera el término de micrografía.

Recuerdo que, con ocasión de mi participación en un congreso de Peritos Calígrafos al que asistí, hace unos años, en una ciudad española cercana a Portugal, una de las Peritos asistentes al mismo, no sólo me reconoció, sin rubor alguno, que no sabía siquiera qué era la micrografía, sino que, incluso, ufana de su ignorancia, se atrevió a espetarme que ella iba a seguir haciendo los Peritajes tal y como le enseñaron hacía ya más de treinta años, pretendiendo fundamentarse, para ello, en el peregrino argumento de que “toda la vida se han hecho peritajes caligráficos y nunca ha hecho falta la micrografía esa de la que hablas”. Ante tal actitud, que es de generalizado desprecio e ignorancia del colectivo de Peritos Calígrafos hacia los avances tecnológicos aplicables a su ámbito de actuación profesional, no voy a hacer comentario alguno, pues estoy convencido de que se comenta solo.

b.-) Un instrumental óptico consistente en cámaras y microscopios digitales de óptima calidad que garanticen al Perito Calígrafo la obtención de unos resultados micrográficos plenamente fiables con los que poder fundamentar e ilustrar los estudios y conclusiones contenidos en sus Informes.

c.-) Un programa profesional informático diseñado “ad hoc” para la labor de los/las Peritos Calígrafos, lo que, desde luego, debe llevar inevitablemente a descartar la utilización de software tipo “Potoshop”, cuya utilización, al estar pensado este programa, fundamentalmente, para efectuar retoques, conlleva, con harta frecuencia, una involuntaria manipulación de las imágenes obtenidas de grafías manuscritas. De cualquier manera, el/la Perito Calígrafo, antes de elegir, para su quehacer de actuación grafística, un determinado software profesional debe velar por que el mismo venga avalado por un Certificado de Idoneidad emitido por Ingeniero Informático de acreditado prestigio que demuestre los siguientes extremos fundamentales:

c,1.-/ Que el programa profesional de Perito Calígrafo al que se refiere constituya una herramienta informática de óptima y probada eficacia para la labor técnico-científica de análisis que debe imbuir la realización de Informes Periciales Caligráficos y Documentoscopicos y su presentación ante los Juzgados y Tribunales del orden jurisdiccional.

C,2–) Que dicho herramienta informática venga provista de potentes medidas de seguridad que garanticen su idoneidad y robustez en la generación y muestra de sus resultados, impidiendo que se puedan obtener, por sus usuarios, resultados erróneos consecuencia de errores intencionados cometidos por los mismos a tal efecto.

C,3.-) Que el programa se encuentre imbuido de una potente base matemática que garantice, por mor del empleo de algoritmos y de múltiples fórmulas de proporcionalidad, la obtención de resultados apoyados única y exclusivamente sobre bases de carácter científico-técnico.

José Ignacio Flores Zamora.

Perito Calígrafo e Ingeniero Electrónico Digital.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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