Para la aerolínea irlandesa es un claro caso de Competencia Desleal y de confusión de Marca, ya que, según la aerolínea, el uso del dominio “sugiere erróneamente a los clientes que eDreams en sí es Ryanair, cuando no existe relación comercial alguna”.
Este caso en particular se engloba en una cuestión más general: ¿Son las Agencias de viaje On line Competencia desleal de las aerolíneas?
eDreams asegura que no. Se escudan en varios fallos judiciales que avalan su trabajo. En concreto, una sentencia del Tribunal Supremo, de 29 de Octubre de 2013, da la razón al buscador de vuelos. Un año antes, el Alto Tribunal Español prohibió a Ryanair impedir el acceso de eDreams a su web.
Sin embargo, el problema lejos de solucionarse se complica cada vez más, ya que son varias las aerolíneas que denuncian a portales como eDreams, Rumbo o Atrápalo como Competencia Desleal.
Diferencias entre las páginas que sólo comparan precios
Por un lado, están las páginas que venden billetes de terceros con un suplemento, que desde las aerolíneas se entiende como una compensación, dado que el cliente deja de visitar su web. Por el otro, están los buscadores que, una vez seleccionada la oferta, envían al usuario a la web de la aerolínea. En este caso no hay contraprestación económica.
eDreams y otros portales similares, utilizan una tercera vía: el web scraping. Se trata de una técnica para extraer datos de una web por el que unas líneas de código emulan el comportamiento humano; así, cuando se busca un vuelo en un comparador, éste lo que está haciendo es consultar las páginas de todas las aerolíneas como si de un usuario se tratase. Aunque es una maniobra legal en España -de momento- comporta multitud de problemas a las aerolíneas. El primero, y más obvio, es la pérdida de control sobre su punto de venta.
¿Precios engañosos?
La Competencia Desleal, según las aerolíneas, reside en la política de precios de estos portales. Les acusan de ofrecer un precio gancho al consumidor para, después de haber introducido sus datos, incrementar considerablemente el precio final.
Se podría discutir si es publicidad engañosa, simple competencia o un caso flagrante de Competencia Desleal. Lo que está claro es que Internet es un campo de batalla donde aún quedan muchos campamentos que marcar.
David Casado
www.snabogados.com
