Montar una franquicia es una opción muy interesante tanto aquellos que deseen trabajar para ellos mismos creando su propia empresa, si bien hay una serie de cuestiones para este modelo de negocio que se deben puntualizar y considerar. para los que buscan ganarse la vida abriendo su propio negocio.
El acuerdo entre el franquiciador, la empresa creadora de la marca, y el franquiciado,el autónomo o una sociedad mercantil que quiere abrir un establecimiento con el respaldo de una marca ya consolidada, se genera mediante un contrato que establece ciertas normas de imagen, objetivos de venta o estrategias empresariales, además del pago de una cantidad fija o variable por parte del franquiciado.
Como ocurre con otras vías para emprender, montar una franquicia también requiere de una inversión inicial aparejada a un plan de negocio que nos ofrezca ciertas garantías de rentabilidad. Pero, a diferencia de otros caminos relacionados con el trabajo por cuenta propia, las franquicias llevan aparejadas una serie de ventajas:
Poner en marcha una franquicia también tiene riesgos e inconvenientes. No puedes olvidar que requiere una importante inversión económica y que limita la independencia en el negocio. Desde Antaconsulting, como Asesoría fiscal, laboral y contable de empresas, te aconsejamos:
La situación puede determinar el éxito o el fracaso del negocio. De ahí que debas estudiar muy bien en qué lugar te conviene poner la franquicia. Aunque buena parte del trabajo de investigación ya te venga dado, no puedes descuidar este punto.
Si tienes el dinero, perfecto. Si no, más allá de la financiación tradicional en el banco, es aconsejable que pidas préstamos a amigos y familiares, además de las subvenciones públicas. Intenta ahorrar todo lo que puedas.
Primero piensa en el sector: moda, alimentación, hostelería… A partir ahí, investiga las enseñas del ámbito que has elegido. Debes evaluar el canon que te ofrecen, tus obligaciones como franquiciado, la experiencia probada de la marca, la rentabilidad y las opciones de futuro.
Pide ayuda a abogados especializados para que revisen el contrato y lo negocien con la otra parte. El objetivo es que ambos salgáis ganando.
Lo peor que puedes hacer es precipitarte. Debes saber frenar el impulso emprendedor y hacerlo con tranquilidad, serenidad y el máximo de previsión posible. Recuerda que montar una franquicia requiere tiempo por lo que se hace necesario pensar bien cada decisión y cada movimiento.